Después compré en un bazar unos ganchos para el pelo. Corté para cada uno, dos tiras de la tela del vestido y con la plancha las encolé con los dos reveses encarados, con las tiras de adhesivo que se usan para los dobladillos, con el fin de que no se deshilacharan. Después con cola, forré los ganchos y quedaron así de monos:
Definitivamente tengo que cambiar de cámara porque me salen las fotos fatal.